X: Entonces… Ud. sin menospreciar… pero… un tipo común y
corriente… llega hasta aquí… hasta el último piso de este edificio… logra
alcanzar la cima de la pirámide… todo para decirle a este humilde servidor… un
simple y humilde dueño de un multimedio… qué…?
Y: descubrí algo.
X: … qué descubrió buen hombre… cuente.
Y: un día que estaba muy estresado por el trabajo, llegué a
mi casa y no podía dormir, así que me puse a ver televisión, como seguía en el
mismo estado decidí tomar un baño de inmersión para calmarme. Así que eso hice
y logre un estado de relajación muy profundo, como casi nunca en la vida. Mi
cuerpo se relajo por completo. También mi cerebro y mi corazón parecía latir
sin prisa alguna.
X: No creo que se haya aventurado a venir acá para contarme
las propiedades de unas sales de baño… si quiere publicitarlas, el depto. de
marketing está varios pisos por debajo de este… y le aseguro que no creo… que
tenga los numeritos necesarios en su caja de ahorro del banco para financiar un
par de segundos….
Y: entonces… lo detecte. La televisión seguía encendida en
la sala de estar… a unos metros del baño. Comencé a escuchar… una frecuencia…
un tipo de mensaje… muy sutil… sugerente. Fue por unos instantes. Pero los
necesarios para darme cuenta que algo había en la señal. Me quedé toda la noche
tratando de encontrarla pero esas horas no logré el nivel de percepción
necesario para lograrlo.
X: creo que no hace falta recordarle que mi tiempo vale más
que oro, más del que Ud. pudiese pagar, que durante estos minutos mi atención fue
un acto de altruismo… una ong individual… que solo se rigió por el mero hecho
de la curiosidad, pero que en breve tocaré un botón que traerá al personal de
seguridad.
Y: al otro día volví a llevar a cabo el ritual y volví a
escuchar esa señal. Esa vez de forma más nítida que la anterior. Descifré unas
palabas, una frase: vos me obedeces a mí, y tu alma es mía. Eso se lograba
escuchar muy bajito entre las voces y la música de una ficción que se estaba
emitiendo. Pasaron los días y me dediqué a escuchar diferentes canales y programas,
fuera y dentro de los espacios publicitarios, en todos los horarios, también lo
hice con programas de radio. En todos, todo el tiempo, esas frases se repetían,
con variaciones.
X: Ud. está diciendo que…
Y: Los medios nos lavan el cerebro subliminalmente, durante
todos los días, a todas las horas, cada minuto nos hipnotizan. Indagué con
docenas de personas, pero nadie logró detectarlo, hasta me trataron de
paranoico. Pero llegué… en una ocasión a ver a un amigo, sin que este se diera
cuenta, repetir aquella nomenclatura con los labios pero en silencio mientras
veía un programa prime time, totalmente obnubilado en una secuencia de imágenes
y sonidos estroboscópicos.
X: aja… bueno… entonces?
Y: entonces vine hasta acá, el mayor de todos los
multimedios a tratar de entender… por qué lo hacen. A denunciarlos y a
avisarles que alguien descubrió su plan.
X: querido amigo… antes que Ud. ya han venido algunos. No infle
su ego. No se crea un mesías, un elegido de la providencia, un revolucionario. Los
que antes vinieron, lo hicieron con más ímpetu que Ud.
Y: pero…
X: y sucumbieron. Una persona no va a cambiar al mundo. Lo
único que Ud. ha ganado es el derecho a la verdad.
Y: no yo. Todos tienen que saberlo. Todas las personas deben
saber que están siendo manipuladas por los medios y la justicia tiene que
actuar.
X: me hace acordar a mí, hace varios años ya… la gente no
quiere saber nada. La gente solo quiere distenderse, reír, llorar, ser
estimulada en esas emociones: el amor, el miedo, la risa, el llanto, el dolor,
la pasión… Comedia y tragedia, hace más de mil años que repetimos los mismos
axiomas… y funcionan. No van a cambiar. Desde que Platón habló de la caverna,
el modus operandi es el mismo, o no recuerda aquella alegoría? Recuerda acaso…
como termino el filósofo que volvió a liberar a los encadenados? Hoy al
filósofo… a… Ud…. no se lo mata, pero si se lo ignora, que es una forma de
muerte social. Ha tenido mala suerte en toparse con su descubrimiento, ya que
no lo podrá hacer público, menos aún lograr credibilidad de la gente, ya lo
corroboró. Así que este hecho le carcomerá el cerebro todas las noches,
intentando encontrar la manera de hacerlo saber a las masas. Pero… las masas
nunca escucharán. Y quedará solo, con una verdad mordiéndole los ojos, todos
los días hasta que muera. O se resigne… como atlas… con sus cuervos comiéndolo
durante toda la eternidad.
Y: pero… por qué lo hacen…?
X: poder.
Y: de quién? Suyo?
X: algo de poder para mí hay… sí… no lo voy a negar. Pero esto
va más allá. Más allá de lo que podría comprender. Vio una punta de un iceberg
pero nunca va a poder ver el fondo, antes de llegar, moriría congelado. Lo único
que le diré es que siempre fue así, y no va
a cambiar. Y no solo está en los medios. Está en el agua. está en el
aire. Y en la tierra. Digamos que los medios… la pantalla brillante… es el
fuego, con ellos están cubiertos los cuatro elementos. Piense que Ud. estuvo
bajo ese tipo de hechizo toda su vida, y que si no hubiese dado con esta
fortuita circunstancia seguiría bajo ese efecto. Perdón. Sigue aún, aunque no
se de cuenta, solo que lo ha detectado. Pero la influencia permanece. Y no se
irá nunca. Está enquistada en su ser. En sus pensamientos. En sus emociones. Intente
sacarse esa idea romántica de la libertad… inténtelo… a ver si puede… ese fue
el gran logro del control: la creación del concepto del libre albedrío. Hacer creer
que todos pueden elegir. Introduciendo esa idea en las mentes, las mismas
quedan narcotizadas en la sensación de autosuficiencia, y eso las vuelve paradójicamente más
vulnerables a influencias… como… la que
Ud. descubrió.
Y: esto es macabro… tengo náuseas.
X: pero es la verdad. O a caso cree que Ud. es dueño de sus decisiones,
de sus gustos. O a caso cree que estamos solos en el universo, que los dioses
son mitos… que no hay dinero o alimentos en el mundo para todos…? Si Ud. viaja
al espacio y en un planeta encuentra vida inferior… no la dominaría? Hay muchas
cosas dando vueltas, pero la mente del hombre común no está preparado aún para
entenderlo… ni hoy… y confieso que creo que nunca lo estará. Le dije que Ud. me
hacía acordar a mí… por el simple hecho de que hace varios años yo atravesé su
misma situación. Descubrí el mensaje efectivamente, pero en ese entonces el
mensaje era otro, tenía que ver con el miedo, eran épocas de guerras y había
que moldear a las personas para que buscasen seguridad externa… seguridad… que
otros habrían de proveer. Quizás en unos años cambie el mensaje… no hace falta
descubrirlo, solo percibir el estado general de las personas. Con eso alcanza.
X: Ud. descifró el mensaje…
Y: hace varios años. Y ya ve donde me llevó la vida. Uno no
puede destruir la pirámide. Yo elegí, al menos, ver todo desde arriba. Ser un
privilegiado dentro de este sistema, que para muy pocos es injusto porque muy
pocos pueden verlo realmente. Pueden ver… más allá de sus ojos. Imagine que Ud.
descubrió un hecho que pasa desapercibido… uno… solo. Yo no lo conozco a Ud.
pero sé más de Ud. que lo que Ud. mismo conoce. Lo siento, pero es así. Y ya
gasté mucho tiempo en Ud. y en explicarle algo que no tiene sentido, porque no
entenderá.
Y: digame… por favor.
X: no. Mi tiempo con ud. ha terminado.
Y: no puede dejarme así! El mundo necesita saber!
X: el mundo necesita seguir como está. Como queremos que
esté. (Cling) Guardias…
Y: no… no pueden hacer esto!! Noooooo!!!!
X: llévenlo…. No sé cómo logró entrar acá. Pero está
teniendo un brote psicótico. Ya saben qué hacer…
Luego de que la
seguridad privada se llevara al sujeto. El hombre miró desde el último piso del
edificio (de la pirámide) a las personas que transitaban las calles. Parecían
hormigas. Pensó quiénes dominarían a los que nos dominaban. Una mosca se poso
sobre la ventana. Se acercó sigiloso. Volvió a escuchar las voces que desde
hace más de diez años escuchaba….” Mata… mata”, y la mató, de un golpe certero
que apenas ensució el vidrio, al mismo tiempo que escuchó el eco seco de un
disparo, proveniente probablemente del piso 12.