Simplemente diálogos, que van tomando forma (de alguna forma) y terminan donde tienen que llegar. Diálogos con vida propia, que a veces corren, a veces se detienen a pensar, y a veces disparan balas y verdades. Radiografía de un mundo igual, pero visto de distinta manera.

lunes, 7 de diciembre de 2015

breve capítulo del manual sobre diálogos humanos, para los tiempos venideros.




Respire profundo.
Vuelva a respirar.
Permítase el diálogo.
Conserve sus verdades, pero no las crea absolutas.
Escuche.
Antes de contestar, siga escuchando.
Respire.
Empatice, sobre todo, empatice.
Entienda que quien le habla y le comenta su postura debe tener fundamentos para compartirla con Ud.
Si cree que es el momento indicado, responda. Si titubea en esa creencia, siga escuchando.
Escuche hasta que el otro interlocutor haya vaciado sus palabras.
Escuche, hasta que le pidan una opinión.
Opine, solo si lo cree conveniente.
Opine, solo si tiene fundamentos.
Opine, solo si cree que su opinión servirá para sumarse a la opinión anterior y construir un peldaño más para una idea superior.
Opine a sabiendas de que existe quizás la posibilidad de que el otro interlocutor no esté llevando adelante este ejercicio.
Sea sintético en la traducción de sus ideas.
Sea honesto consigo mismo y con el otro interlocutor.
Piense sobre sus palabras, cuestiónese las mismas, y en el caso de seguir creyendo lo que dice, afírmese en sus convicciones.
Recuerde algo fundamental: las palabras son solo palabras. Pueden transmitir ideas y emociones, pero siguen siendo palabras.
Recuerde: a no todos le gusta lo mismo.
Recuerde: las apalabras del otro interlocutor tienen el mismo valor que las suyas. No desmerezca otras ideas, pero no deje que otros desmerezcan las suyas.
Finalice.
Respire y recuerde el siguiente ejercicio: intente controlar sus emociones, y no que estas lo hagan con Ud. Quien logre hacer eso, estará alcanzando una meta humana muy valiosa*
Escuche profundamente lo que el otro interlocutor vaya a decirle (en el caso de que lo haga) sobre las palabras que acaba de emitir.
Piense sobre lo que se le acaba de decir (en el caso de que se le haya dicho algo más).
Intente entender el por qué se le dijo lo que se le dijo.
Haga, al menos brevemente, un análisis situacional del interlocutor para contextualizar la respuesta. Para alcanzar el objetivo, nunca deje de empatizar.
Empatice, sobre todo, empatice.
Fundamente, sobre todo, fundamente.
Haga un balance de valoraciones; no uno polar de “bien o mal”, sino uno cualitativo y general, dentro de la complejidad que el tema en discusión tenga.
Si cree que hace falta agregar algo más desde su punto de vista, hágalo.
Si lo hace, espere la respuesta de su interlocutor.
Vuelva a repetir el proceso de entendimiento, contextualización y empatía, las veces que sean necesarias.
Respire profundo siempre que pueda.
No se quede con la última palabra.
Recuerde que Ud. no es dueño de la verdad absoluta, y que solo existen millones de verdades parciales que hacen a un todo, y ahí reside su “magia” gestaliana. Recuerde que su interlocutor tampoco es el dueño de la verdad absoluta. Recuerde que de la suma de dos verdades, puede producirse, quizás, la grata alquimia de una tercera que amalgama ambas y por ende la convierte en superadora.
Piense sobre lo que se acaba de hablar.
Sienta lo que se acaba de hablar.
Permítase el derecho y el placer de, en el caso de entender como enriquecedor lo que acaba de escuchar, incorporarlo a sus pensamientos.
En el caso de entender que no comparte los fundamentos de su interlocutor por sobre los suyos, alégrese por haber tenido la oportunidad de poder comparar sus ideas con otras.
Recuerde que Ud. gana siempre: si ideas externas amplían sus pensamientos es Ud. más sabio; si sus ideas prevalecen sobre otras, ha hecho crecer las mismas, afirmándolas.
Agradezca a su interlocutor por dedicarle la Ud. lo más valioso que  tiene, su tiempo.
Cuando haya pasado un tiempo prudencial, vuelva a pensar sobre el diálogo. Deje decantar los pensamientos.
Respire.
Sume más fundamentos.
Repeat.


·        +Se tratará en otro capítulo