Simplemente diálogos, que van tomando forma (de alguna forma) y terminan donde tienen que llegar. Diálogos con vida propia, que a veces corren, a veces se detienen a pensar, y a veces disparan balas y verdades. Radiografía de un mundo igual, pero visto de distinta manera.

martes, 21 de junio de 2011

Diálogo sobre la felicidad y otros consumos


Basado en una charla real facebookiana con Marcelo Nadler y Matías Vallina

M: Mirá lo que encontré en el diccionario: Felicidad. (Del lat. felicĭtas, -ātis).

1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
2. f. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo
3. f. Suerte feliz. Viajar con felicidad

D: ¡Terrible la primera definición!

M: Lo mismo pensé. Según la RAE (real academia española) entonces… ¡la felicidad es materialista!

D: Aún más violento… consumista…. Y ¡efímera!

M: Sos macabro…Ahora igual… pensándolo bien, ¿tendrán razón?

D: No creo que la tengan, pero es peligrosa su posición estratégica, ya que están en el lugar donde “se dice lo que es”.

M: Subliminales entonces. Mejor pienso lo que quiero y dejo de leer a los españoles.

D: Jajajaj. El lenguaje es la canalización de la abstracción. Pensa… que pensas en palabras…, y alguien dictaminó anteriormente lo que cada palabra significa.

M: Es interesante. Igual el ser humano piensa en imágenes, pero es terrible el hecho de que cada imagen tenga una palabra que ya contenga un significado que no lo di yo… es apocalíptico… mejor no hablo más con vos, ¡sos una mala influencia!

D: jajajaj. Es una gran verdad… todo es cíclico. ¡Soy macabro!

Entra N

N: si queres buscar la felicidad en un libro, no agarres un diccionario. Te recomiendo “La conjura de los necios” de John Kennedy Toole, ahí fue uno de los tantos lugares donde la encontré.

Sale N

M: ¿Encontraste la felicidad leyendo? O sea que te compraste un libro… el cual te dio felicidad. Nos remitimos al punto 1 de la RAE: 1.f. Estado del ánimo que se complacer en la posesión de un bien.

D: Puedo leer un libro y no poseerlo, puede ser prestado.

M: Es muy tirado de los pelos. En el momento en que lo lees lo estas poseyendo. Algo que vos posees no necesariamente es tuyo, a mi me prestan una Play 3 y soy feliz mientras la tenga yo; ¡el dueño se la lleva y no soy más feliz!

D: No… ¡no! Vos sos feliz porque jugaste. No necesitaste poseer sino utilizar. Vos vas al cine y ves una peli, no te la llevas a tu casa. La viste y sos feliz. No necesariamente tenes que comprarte el dvd y acomodarlo en una estantería para ser feliz, solo para saber que lo tenes a tu disposición. Nos enseñaron que acumular es un patrón lógico.

M: que odioso todo esto. Maldita sociedad que me educó para no ser feliz.

D: Nos educó para que seamos felices, de la forma en que a ellos les conviene… Pero venimos bien, deseducándonos. Es más fácil comprar para ser feliz; es un acto mecánico. Pero cuando nace la duda no hay vuelta atrás.

Vuelve N

N: Si se me permiten agregar una pequeña reflexión que me la brinda la lectura, no solo de ese libro mencionado si no la de muchos: Es únicamente nuestra actitud hacia los acontecimientos que vivimos diariamente los que no solo determinan, si no que la definen también, no así nuestro nivel económico, ni éxitos laborales o profesionales o nuestros bienes materiales. La única fuente de felicidad es nuestra mente cuando decide ser total responsable de nuestras decisiones y las consecuencias de estas mismas, así como de nuestras vidas también. Cuando decidimos la calidad de nuestros pensamientos. Los que nos define como “felices” no son los acontecimientos que nos rodean o afectan, si no el significado que les damos nosotros a ellos, el clásico “vaso medio lleno o medio vacío”. Los que nos ocurre nos ocurre, nosotros decidimos si es positivo o negativo, o por lo menos que lado ver. La felicidad la elegimos nosotros. ¿Qué es la felicidad? Una opción, simplemente eso, una opción.

Silencio….

N: perdón por lo largo, me inspiré.

Silencio….

M: Coincido en que la felicidad es una elección, pero yo hoy elijo ser feliz y no siento nada que acompañe a esa decisión, entonces, ¿qué hago? no me siento mejor ni más alegre porque acabo de decidir que con todo lo que soy y tengo soy feliz.

N: ¿Qué creen? ¿Qué es una droga? ¿Qué lo elegís y te pega a los 30 minutos?

Silencio….

M: ¿Y ahora qué hacemos?

D: Mmm, primero te recomiendo que guardes el diccionario.

M: Después de todo esto me siento algo, no sé, triste, vacio.

D: ¿vamos a tomar una cerveza?

M: Dale, así despejamos la cabeza.

D: Banca que busco la billetera.

M: Antes de salir, ¿querés saber que es la libertar para la RAE?

D: ¡NO! ¡Guardá eso por favor!

GRACIAS MARCELO!

GRACIAS MATIAS!



4 comentarios:

Mariposa dijo...

Las cosas no son buenas ni malas, son como son, y depende lo que uno haga con ellas. El signifado se lo ponemos nosotros, a todo, mas alla de las generalidades. Yo tengo mi propio diccionario interior ;)
Muy buen post!

diego dijo...

=)
gracias mariposa relativista!
la verdad es que el mérito es de los compañeros que le dieron vida. yo simplemente fui elocubrándolo en silencio. pero el aplauso es para ellos. y comparto la genialidad: el diccionario interior. patentalo!

Santiago dijo...

Jajaja comenté algo para este post en el post anterior...

diego dijo...

jajaja
capo!
ahi lo veo
=)