Simplemente diálogos, que van tomando forma (de alguna forma) y terminan donde tienen que llegar. Diálogos con vida propia, que a veces corren, a veces se detienen a pensar, y a veces disparan balas y verdades. Radiografía de un mundo igual, pero visto de distinta manera.

jueves, 26 de mayo de 2011

Diálogo de colectivo que nunca pasó. (Con varias descripciones, sin las cuales sería imposible entender algo)



X sube al colectivo, saca boleto de 1,25. Todos los asientos están ocupados. A lo lejos ve que aparentemente hay un lugar vacio. Se acerca y ve que hay una cartera en el. A su lado una chica.


X: Hola, disculpá, ¿está ocupado?

M: (timidez) no no… (saca la cartera)

X: Permiso.


X roza sin querer el hombro de M.


X: perdón.

M: no hay problema


M mira por la ventana. X saca un libro y empieza a hojearlo. M vuelve su mirada con cierta discreción y la posa sobre el libro, no alcanza a leer el nombre de éste. X está inmerso en la lectura. Comienza a reírse de a ratos por el aparente cómico contenido. M lee una frase sin querer y sonríe. X cae en la cuenta de que su compañera de asiento está leyendo e instintivamente la mira. Ella se sonroja y vuelve a mirar por la ventana. X sonríe y vuelve al libro.


Pasan varias paradas.

Pasan varias páginas.


Sube una anciana y X, tan caballero que es, le da el asiento. La señora le sonríe, le dice que “muy amable” y se sienta. M nota el cambio y se da vuelta “como quien no quiere la cosa” a pispear el nuevo escenario. X se agarra con una mano de un asiento y con la otra hace malabares para continuar con su lectura. El libro es Rayuela, de Cortázar. M vuelve a sonreír.


Pasan varias paradas.

Pasan menos páginas.

La anciana se para y se va.


Con gracia y habilidad, X vuelve a conseguir el asiento, adelantándose a un joven desilusionado de la vida, que probablemente trabaja en un call center. Se sienta y vuelve a rozar con el hombro de la señorita.


X: perdón…

M: no hay problema (M vuelve a sonreír, y, acto mecánico, a ver por la ventana)


M mira a X por medio del reflejo del sucio vidrio y piensa: “¿quién será este chico? ¿Qué hará de su vida? ¿Tendrá novia? ¿En donde se bajará?”

X no es ajeno al juego de previa seducción, histeriqueo y amor imposible. Aunque no la vea, la siente ahí, sabe que está ahí, la mira en sus pequeños breves recuerdos/cuadros cinematográficos que recolectó segundos antes, y la construye en su cabeza desde ese punto. Él también se pregunta: “¿hasta dónde irá? Y piensa, “que rico es su perfume”.


Siguen las páginas.

Siguen las paradas.


X sabe que el viaje no es eterno y que tarde o temprano, o ella o él se despedirán sin decirse ni “hola” ni “adiós”, seguramente, para siempre. A menos que suceda algo.

X piensa que si pasase algo relevante… si un ladrón entrase al colectivo e intentase reducir a todos los pasajeros, tendría al menos una posibilidad para abrazarla. También es consciente de que las probabilidades de que eso suceda son nulas.

A M le gustaría saber que pasa por la mente de X. Algo la hipnotiza, no puede dejar de verlo.

X sabe que ella lo mira desde que subió al colectivo, pero la vergüenza es más fuerte que él. Le enseñaron de chico a “quedarse en el molde”. Comienza a replantearse su educación tradicional, pero cae en la cuenta de que ese no es el momento. Entonces especula con varias situaciones que podrían ser posibles.


Situación a)

X hace un comentario, la chica le contesta. Se ven a los ojos. Se enamoran instantáneamente y son almas gemelas. Se casan, tienen hijos, van a veranear todos a la playa. El hijo mayor se recibe de cirujano. La menor termina en Bailando por un sueño. Nivel de probabilidad: menos 100.


Situación b)

X hace un comentario y M le responde en Ucraniano antiguo. Poco probable porque M ya contesto en castellano. Descartado.


Situación c)

X hace un comentario. M le contesta con una sonrisa incomoda. Perdido por perdido, X vuelve a insistir con un comentario aun más carismático que el anterior. M le contesta con una sonrisa aun mas jodida de digerir y agarra el celular y se pone a hablar en voz fuerte con el novio usando apodos como: “bichi” “chichi” “michi”. Probabilidad: 43


Situación d)

X hace un comentario. M le contesta con una sonrisa y se interesa. Ambos mantienen una charla divertida y amena. En un momento surge el tema noviazgo y ella dice que sí, que está en pareja y que ELLA, su NOVIA, es divina. X indaga en si se trata de un lesbianismo tradicional o si es sólo una etapa o una bisexualidad intermitente. De todas formas… ya estaría todo perdido, competir contra una dama es complicado. Probabilidad: 23


Situación e)

X hace un comentario. M le contesta con una sonrisa, pero no resulta ser la persona que él creyó. Aún quedan 30 minutos de viaje y X se quiere matar por que realmente la mujer es insoportable. Termina optando por bajarse antes. Ella lo sigue argumentando “las casualidades de la vida”, porque ella también se tiene que bajar en ese “mismo y preciso lugar”. X intenta saludarla y hacerse un rato el boludo, para desaparecer mágicamente, pero ella es un chicle duro de despegarse del zapato. X, que nunca le levanto la mano a una mujer, termina entrando en una armería y gastando sus pocos ahorros en una 9 mm, con la que le dispara ante los ojos de una gran cantidad de transeúntes, con total impunidad. Ella agonizante, aun no termina de callar y pide que llame a una ambulancia, por favor. Probabilidad: 29.


Situación f)

X se queda callado y espera hasta el último momento. Cuando M se baja, el abre la ventana y le pasa su celular. Luego llega a su casa y llama. Ella le atiende, está impresionada por el modus operandi. Él le dice la verdad, que es la primera vez que le pasa y que fue lo primero que se le ocurrió. Hablan una hora. Quedan en encontrarse a tomar un café. Lo hacen. Ella le devuelve el celular. Todo es perfecto. Se enamoran. The end. Muy Hollywood. Probabilidad: 4. Probabilidad que la mina se quede con el celular y le cambie el chip: 97.


Pero todo se queda en la situación G, o sea, en nada. X sigue leyendo su libro y ella mirando por la ventana. En un momento X levanta la vista, como impulsado por el descubrimiento de una revelación y con el gesto de emitir palabra. M se da vuelta, a la expectativa. Algo frena a X. el miedo.

X se pasa una parada. M sigue inmutable. X se pasa 3 paradas. M chequea su celular. X se pasa 7 paradas. Ya está lejos, decide ir a la terminal y tomar el colectivo de vuelta. De repente M se da vuelta, lo mira a los ojos, con un ceño serio.


M: permiso.

X: si si, pasa.


X se para. Ella, determinante, pasa por sobre encima de X y, acto seguido, presiona el timbre. Apenas lo hace el colectivo frena y ella baja. X se queda petrificado. Mira desesperadamente por la ventana, rezando que al menos que un tipo la esté esperando y la abrace, justificando así su falta de valor, mintiéndose: “suerte que no hice nada, tenia novio, ya fue”. Pero no. Eso no pasa. M camina sola, firme hacia adelante, sin mirar atrás.

X piensa en bajar. Está en la loma del culo pero considera la posibilidad de hacerlo. Realmente lo pone en la balanza. Especula situaciones nuevamente.


Situación a bis)

Se baja ya. Corre al encuentro de la mujer. Se ven. Él le dice algo. Ella le sonríe. Le dice: “sos un dulce”. Se enamoran. Se van a vivir juntos. Compran un golden retriber. Al año lo cruzan. Tienen otros pequeños golden. Posibilidad: 43


Situación b bis)

Se baja ya. Corre al encuentro de la mujer. Se ven. Él le dice algo. Ella saca de su cartera un gas pimienta y se lo vacía en el ojo izquierdo pensando que es un violador que la estuvo relojeando todo el viaje y se bajo a seguirla en esa calle que de noche esta super oscura para así ocultar sus fechorías sexuales. Probabilidad: 67


Situación c bis)

Se baja ya. Corre al encuentro de la mujer, que nunca se produce porque M vive al toque de la parada y ya está dentro del calor de su hogar viendo Duro de Domar y comiendo una pre pizza. Probabilidad: 95.


Dilema interior de X:

Siempre pasa lo mismo. Maldita vergüenza. Con gente como yo el romanticismo está muerto. Con gente como yo la rutina siempre triunfa. Es hora de cambiar. De romper estructuras. Listo. Ya fue. Yo me bajo y la encaro. No hay forma de que pierda. Gano en todos los flancos. Gano contra mí, mi peor enemigo. Gano experiencia. Gano fuerza. Gano confianza. Y quien dice, la gano a ella….


Colectivero: Terrrrrrrrrrrrrrrrrminal.

X: la puta madre…

X baja del colectivo, vencido. Espera a que el otro salga, pero falta un ratito. Se prende un cigarrillo. Se le acerca el colectivero.

C: ¿Qué pasa flaco? ¿Por qué esa cara?

X: Nada… mujeres….

C: ¿Novia?

X: No, una que viajaba recién acá.

C: ¿La castaña?

X: Sí, la que estaba sentada al lado mío.

C: Sí, ya sé, estaba re con vos esa mina. Es más pensé que eran novios.

X: ….

C: no pasa nada campeón, tranquilo, está lleno de minas dando vuelta. Apurate que ya sale el otro colectivo y te lo vas a perder.


X sube al colectivo, saca boleto y mira por la ventana durante el viaje, esperando volver a verla. Pero ella ya no está.

Minutos después de que X llegue a la casa, en la terminal, el colectivero, que limpia los asientos del transporte antes de volver a partir hacia el recorrido, encuentra un papel en el asiento de los dos personajes. Maga 15 6 222 2323.

8 comentarios:

Lolita. dijo...

Sos la Maga :)

diego dijo...

=)
=)
=)

Mariposa dijo...

Llegue hasta aca, y me quedo... me encanto la historia del colectivo! Beso!

diego dijo...

gracias mariposa!
(tecnicolor o blanco y negro?)

Mariposa dijo...

Mariposa de todos colores ;) Me encantan las mariposas, que de oruga se convierten en bellas, que se transforman y vuelan... que viven poco tiempo pero intensamente...
Pero lo que mas me gusta de ellas es cuando se cuelan en nuestras panzas para aletear y anunciar la llegada del amor :)

Anónimo dijo...

Me sentí identificado con la faceta cobarde del flaco. A veces el miedo a quedar como un boludo le gana a las ganas de hacer un gesto cursi y de película. Ser romántico requiere pelotas.
Muy bueno el final

Santi

diego dijo...

es una gran verdad. me pasa exactamente lo mismo. el problema es que el miedo es lo que nos hace perder miles de cosas que nunca vamos a conocer quizas. y es un circulo vicioso, por que da miedo perderse esas cosas.

gracias santiiiiiiiiiii

y si, ser romantico es para machos!jajaja

alberto dijo...

Muy buenos, pero nadie me va a convencer que Mariposa no es un tipo.
alberto