Simplemente diálogos, que van tomando forma (de alguna forma) y terminan donde tienen que llegar. Diálogos con vida propia, que a veces corren, a veces se detienen a pensar, y a veces disparan balas y verdades. Radiografía de un mundo igual, pero visto de distinta manera.

lunes, 2 de mayo de 2011

Diálogo entre el bien y el mal.



B: ¿Cómo andás, che?

M: ¿Bien y vos?

B: ¿Bien? Jajaja, ¿seguro? Onda… yo soy el que siempre anda bien, vos tendrías que ir mal…

M: tenés razón, disculpa.

B: Todo bien chabon. ¿Cómo viene la cosa?

M: y… zafándola, qué sé yo… ahí.


En eso llega la relatividad:


R: hola muchachos, ¿cómo andan?

B: ¡Bien!

M: Mal…

R: ¡Hey! ¿Qué onda? Que bipolaridad… que pasó con el ¿Ying Yang?

M: Le puse dos tiros y no jodió más…

R: Ah…

M: Y si vos seguís con eso, vas a seguir sus pasos…

R: Ok! Ok!, sigo camino, que anden bien… o mal… o lo que sea.

B: este tipo nos quiere sacar el sentido.

M: si,…

B: Me gusto que le hayas frenado el carro.

M: hago lo que puedo. Gracias.

B: ¿en que estábamos?

M: creo que en nada, o en lo de siempre.

B: Ah… Bueno, me voy a inventar alguna religión nueva entonces, de gente copada.

M: Buena idea, yo también.

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