En una parada de colectivo. Una madrugada cualquiera. Un adulto
que se niega a crecer, espera a que llegue finalmente un colectivo que se niega
a adelantarse al tiempo. Un tipo entrado en edad y una chica también esperan. Los
3 distanciados. Comparten solo el sentimiento de querer llegar a sus casas. Tienen
motivos diferentes para estar a las casi 5 de la mañana en esa esquina de
Nuñez, pero nadie pregunta, nadie habla. Escuchan la música de sus celulares o
de los pájaros. ¿Qué importa? No hace frio ni calor. Y de repente un muchacho
se acerca a su presa, al rubiecito de ojos claros y camisa.
El texto es real y fidedigno.
X: hey flaco… cómo estás? Tenes una moneda para convidar?
Y: hey, si, banca (mientras con una mano sostenía un celular
y con la otra hurgaba bolsillos, sacando el único billete que tenía que era de
50 y guardándolo)
X: mira…
Y: acá tenes ( peso 75 a la mano del solicitante)
X: no me jodas…
Y: me pediste una moneda, te estoy dando 3.
X: (mirando el celular) Amigo… dame 5 pesos
Y: no tengo 5 pesos, tengo 50 y no te voy a tirar 50 pesos
de onda loco, vos sabes que no.
X: me das una pitada?
Y: si, toma (y le da el medio cigarrillo que estaba fumando)
X: (lo ve de mala manera, ve que hay un paquete en el
bolsillo de la camisa)
Y: a ver flaco… queres una pitada un cigarrillo o uno entero?
Me parece que no nos entendemos pero por una cuestión de lenguaje.
X: agghhh sabes… antes esto era más fácil. Yo venía con un
fierro…
Y: a ver… sacalo…
X: y pim pum vos no la contabas. Pero con el tema de las cámaras…
Y: si… llego 1984 pero en el 2015…
X: vos la zafas así de arriba. Y yo me voy a dormir acá a un
edificio a la puerta.
Y: no es mi culpa y lo siento, pero no te puedo salvar la
vida. Yo. Al menos.
X: gil.
Y se va, caminando. Se acercan al pibe de camisa los otros.
¿estás bien? Que nada hicieron mientras miraban. Llega el colectivo.
Subo al colectivo. A la Lucila… y pienso (o piensa el de
camisa): las cámaras… los pórticos… 1984 llegó.