Simplemente diálogos, que van tomando forma (de alguna forma) y terminan donde tienen que llegar. Diálogos con vida propia, que a veces corren, a veces se detienen a pensar, y a veces disparan balas y verdades. Radiografía de un mundo igual, pero visto de distinta manera.

viernes, 16 de septiembre de 2011

dialogo de un día de sol y de río, nada más.



…hoy te llamo por qué extraño tu canción, y en tu voz se calma el viento. No me saques de tus días por favor, yo quiero detener el tiempo….


Me siento. Respiro. Preparo el mate. Fumo. Sonrió.


…quiero verte solamente una vez más, y desprenderme de tu cuerpo….… sin pensar en salvavidas de humedad… que raptaron largos sueños….


Los pescadores intentan engañar a los peces. Los peces se dejan, de a ratos, seducir por los engaños. Las olas navegan calmadamente inquietas. El sol quiere ser protagonista. Los auriculares suplen la música del viento. Los sorbos de mate juegan a ser diapasón y marcan el tempo irregular. Los cigarrillos se consumen uno a uno y las colillas se juntan en el bolsillo de atrás del pantalón. El libro descansa en la mochila, sabe que hoy no va a ser abierto, y no se enoja. Deja dormir tranquilo al ejército de palabras. Descansadas pueden combatir mejor, quizás en la noche, piensa en su mente de papel. Las familias se reúnen en círculos, y, sin saberlo, repiten a aquellos ancestros que compartían sus miradas en el cielo.

Alguien se acerca.

Un auricular salta de su oído y me conecta con el mundo, una vez más.


O: ¡Pero que lindo día!

X: La primavera se hace esperar, ¿vio?, pero siempre llega. O al menos, va asomando…

O: La verdad que sí. Hacía falta.

X: Demasiada falta.

O: Y eso que no conocía esta parte del río. Soy de más allá.

X: Este lugar es perfecto. Ni más ni menos que eso: perfecto.

O: Pensar que yo venía al río de chico, hace años jajajaja, y todo esto eran cañaverales

X: Mi papá también, es más, creo que aprendió a nadar por acá.

O: Yo también. Y más para allá… ¿es lindo también?

X: mmm… hace mucho que no voy, hicieron una autopista, sacaron el verde…

O: terrible.

X: Sí. Es lo que llaman…”el progreso”.

O: Habría que volver a los orígenes.

X: Definitivamente (cuanto antes, mejor). ¿Un mate?

O: No no, te agradezco, estoy con la familia allá atrás.

X: No hay problema.

O: Vine a la orilla para ver un poco el agua. Todo esta tan calmo, tan lindo.

X: Equilibrado.

O: ¿Será real?

X: Creamos que sí. Y de no serlo, no escarbemos demasiado hacia la verdad.

O: jajajaj.


Momento. Silencio.

…Y vos serás el pug del sur…que dejaron ver los cuentos…


O: Con su permiso muchacho. Me voy allá con la familia que me está esperando.

X: Vaya vaya tranquilo. Que tenga un lindo día.

O: Igualmente.


Algunos peces cayeron en la trampa. Algunos hombres también. Las cañas flamean la tarde. El sol se despereza y se apoya en su almohada de nubes. El viento comienza a competir más parejo contra los auriculares. Los ojos de las familias ya están llenos de cielo. El tiempo se despierta y vuelve a correr. Es hora de ir a casa a seguir esperando a la primavera real, ya más calmos, sabiendo que pronto va a venir de verdad.


Ni más ni menos que eso: perfecto.

…Y así verás que día es hoy, lejos quedo aquel momento… de dolor…



*Intromisión del tema “Plug del sur” de Lisandro Aristimuño.

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